Tuesday, June 14, 2005

Desigualdad y propuesta bíblica II

Carta Publicada en el diario El Mercurio el 11 de Mayo de 2005

Señor Director:

Joseph Ramos, en carta publicada ayer, nos ha mostrado, "calculadora en mano", cómo con una pequeña contribución de los grupos más pudientes de la sociedad, podría acortarse la brecha de la desigualdad social y quizás en gran parte superar la pobreza.La desigualdad y la pobreza son ante todo un problema moral, que nos debiera escandalizar particularmente en un país donde la gran mayoría se dice cristiana.
Una vez más resuena la vigencia de la pregunta del Padre Hurtado de si Chile es un país católico. Me temo que la respuesta es no, especialmente si vemos la indiferencia de muchos frente al sufrimiento constante de millones de chilenos y chilenas que ven dramáticamente mermadas sus posibilidades de desarrollo por falta de educación, salud, vivienda e, incluso, por falta de abrigo y comida.¡Cómo necesitamos que el Padre Hurtado vuelva a remover nuestras conciencias dormidas y acomodadas!
El evangelio es claro y no admite medias tintas. Nuestro amor a Dios y nuestra salvación (en el amplio sentido de la palabra) pasa por la manera en que hemos tratado a nuestros hermanos que sufren, con los cuales Cristo se identifica particularmente. ¿Cómo es posible que el mensaje cristiano que se predica en las parroquias e iglesias donde asistimos el 20% más rico de la población haya perdido su fuerza de modo que los católicos podamos comulgar tranquilamente sin atender a quienes han quedado botados en el camino?
Me parece que en un año electoral y en un año donde tenemos la bendición de la canonización del Padre Hurtado, tenemos una gran oportunidad para de una vez por todas tomarnos en serio el evangelio y hacer algo concreto por superar el escándalo de la desigualdad y de la pobreza.SEBASTIÁN KAUFMANN SALINAS

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